"El ARI empezó con Marta Maffei y terminó con Llambías"


Raimundi, que integró la nómina de candidatos a diputados del Frente para la Victoria en el marco de un acuerdo con Nuevo Encuentro, la fuerza que encabeza Martín Sabbatella, ocupará un escaño en la Cámara baja por quinta vez y afirmó haber hecho "un proceso de comprensión muy fuerte de lo que es el peronismo", al que considera "indispensable" para generar el cambio social.


Dirigente de la Juventud Radical a mediados de los `80, se sumó al Frepaso durante los `90 y fue candidato a gobernador bonaerense por el ARI en el 2003, pero abandonó esa fuerza cuando se conformó la Coalición Cívica, a la que considera "de derecha".

"Durante mi trayectoria siempre estuve implantado en un cuerpo de ideas que, por la crisis de representación que tiene la Argentina, fueron sucesivamente defraudadas por distintas fuerzas políticas. Si yo toda mi vida defendí que el sistema jubilatorio tiene que estar en manos del Estado ¿Qué tengo que hacer?", expresó en una entrevista con Télam.

Raimundi dijo que siempre aspiró a formar parte de un partido de centro-izquierda que "no le tenga miedo a las contradicciones del peronismo" y ponderó la construcción política del kirchnerismo, al que le reconoció "la capacidad para conectar un sujeto social con un sistema de ideas".

"Hay otras vertientes de la izquierda que no son capaces de asumir esas contradicciones y se sitúan en el lugar de la resistencia. Yo no quiero ser ni estar siempre en la resistencia". "Cuando hay un proceso de construcción, hay que asumirlo aún con sus contradicciones", afirmó.

El dirigente de Nuevo Encuentro también criticó el posicionamiento político de las fuerzas opositoras, entre ellas, el radicalismo y el ARI.

"Si vos discutís si queremos más o menos Estado, va a haber gente que se va a parar de un lado y gente que se va a parar del otro". En lo concreto, la UCR estuvo siempre del otro lado, cuando hubo que recuperar los fondos de los jubilados votó en contra, cuando hubo que aprobar la Ley de Medios, lo mismo".

"El ARI empezó con Marta Maffei y terminó con Mario Llambías", deploró Raimundi, que además criticó al Frente Amplio Progresista porque "en etapas de construcción uno puede señalar cosas pero no ponerse en la vereda de enfrente".

Respecto de la futura agenda parlamentaria, sostuvo que la misma "no puede estar separada de la legitimidad de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Eso no significa escribanía, significa saber que uno está situado en un proceso de tremenda legitimidad que no se puede desconocer".

También objetó señalamientos de opositores respecto de la próxima mayoría kirchnerista en el Congreso nacional y afirmó que "cuando el Grupo A dominó ambas cámaras eso "no redundó en calidad institucional".

"Cuando la oposición vota el proyecto del 82 por ciento móvil lo hace con cinismo, en lo quiso ser un golpe de mercado para desfinanciar al sistema estatal. En cambio, cuando el Frente para la Victoria tuvo mayoría en el Congreso se sancionaron leyes de altísima calidad".

Raimundi puso como ejemplo la recuperación del sistema previsional y se preguntó cuál sería la situación económica argentina "si los fondos previsionales estuvieran flotando en las bolsas de las economías centrales".

Por último, se refirió a los desafíos para los próximos años y afirmó que "este es un gobierno que va generando nuevos derechos. Hay que pasar de las medidas de gobierno a derechos adquiridos", concluyó.
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