Un viaje por la tierra de Cien años de soledad en un micro climatizado

Desde ayer quedó inaugurada en el departamento colombiano de Magdalena la “ruta de Macondo”. En realidad, se trata del pueblo de Aracataca donde nació Gabriel García Márquez y que ficcionalizó en su novela más famosa.
  Cuenta una vieja anécdota que un español, fanático lector de sus cuentos, le preguntó a Borges, descontando una respuesta positiva, si efectivamente había tenido la suerte de ver el aleph. Ante la respuesta negativa, el lector le recriminó indignado que en el cuento él daba una calle y un número, la ubicación exacta del fenomenal artilugio. “Bueno, dijo Borges, qué cosa hay más fácil que nombrar una calle e indicar un número”, tras lo cual el fanático lo despreció de inmediato. “Se dio cuenta de que yo era un embustero, un mero literato”, remata Borges la anécdota, publicada originalmente en alguno de los libros de diálogos con Osvaldo Ferrari. La historia sirve para mensurar el rango de realidad y certeza que algunos lectores le otorgan a la literatura, incluso a la más fantástica. No son pocos los que recorren Londres buscando pistas de Sherlock, los que van por París preguntando por la rue Morgue o por la India tratando de encontrar el árbol debajo del cual Mowgli enfrentó a Shere Khan. Los fanáticos de Gabriel García Márquez en cambio la tienen más fácil.
Desde ayer es posible recorrer, por tierra y desde Santa Marta, en el norte de Colombia, la “ruta de Macondo”, cuyos detalles se describen en la famosa novela Cien años de soledad, y que llevará turistas desde esa ciudad hasta Aracataca, la patria chica del Premio Nobel de Literatura de 1982. Micros climatizados y “chivas” (autobuses típicos en los que se puede beber y bailar) recorrerán los 70 kilómetros de un camino que mira de un lado a una inmensa mole de montañas y, por el otro, al Mar Caribe.
El recorrido, explicó Sandra Rubiano Layton, gerente de la Oficina de Proyectos del Departamento de Magdalena, “consiste en un viaje hacia el pasado, pleno de cultura, donde los turistas pueden llegar a la Gran Estación, El Camellón de Los Almendros, la Biblioteca Remedios La Bella, la Casa del Telegrafista y, finalmente, a la Casa de ‘Gabo’, donde se pueden palpar las semblanzas del pasado, la descomunal historia del Nobel y su vida singular”.
La ruta de Macondo es entonces un recorrido cultural por los municipios de la Zona Bananera y Aracataca. Podrán realizarse paseos en bicicletas-taxi, para conocer Macondo-Aracataca, sus calles y los lugares de la infancia del más importante escritor colombiano. Los impulsores del proyecto aspiran a que la apertura al público de la ruta alcance a los turistas internacionales de los cruceros que atracan en Santa Marta. Hace casi cuatro años, cuando Gabo cumplió 80 años, se anunció la apertura de una ruta por vía férrea, la de un “tren amarillo”, también desde Santa Marta, pero todo quedó en el intento. El gobierno colombiano remodeló la casa natal de García Márquez en Aracataca y la convirtió en un museo: la misma será uno de los principales atractivos de esta nueva ruta de Macondo, un proyecto que, ahora en micro, al fin se concreta.
Tiempo Argentino

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